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Una marea aurinegra. Peñarol ganó el clásico y es semifinalista.
Jorge Toscano
La del viernes no era una noche más para Peñarol, era justamente la que estaba esperando, o al menos imaginando desde hacía un rato largo; la del rugido estremecedor, la del festejo interminable, la del pecho inflado, la de saber que todo se puede a pesar del sombrío comienzo en este campeonato donde habían pasado seis fechas y la cosecha de victorias era totalmente nula.
En el comienzo de septiembre y con el triunfo ante Olimpia BBC en aquella primera rueda, el panorama se empezó a abrir y la situación fue notoriamente mejor para llegar a este presente que lo ubicó al ‘Negro’ de Andrés Rodríguez en un extraordinario momento, avalado claro está por importantes partidos ganados y una confianza por la nubes envalentonada con el encuentro de ida de los cruces el domingo anterior cuando le ganó a Atlético a domicilio.
La prueba de carácter entonces estaba reservada para el juego de revancha en el ‘Tumba Rossi’, sabiendo que el ‘Rojo’ se le iba a venir como un león herido a querer empardar la serie. Pero Peñarol casi que no le dio chances, lo primerió con una defensa dura que mucho trabajo le costó perforar a su oponente, le dejó el tiro externo casi como única alternativa y lo atacó con acierto para ponerse en una ráfaga 20-9.
No obstante, casi en el final del primer cuarto, tuvo varias pérdidas en segundas y terceras pelotas sucesivas y fue ahí cuando Schillage no perdonó y achicó 23-18.
En lo que vendría, el panorama no iba a cambiar mayormente, Peñarol seguía marcando muy bien en el juego interno, Atlético, salvo Schillage, parecía no comprometer el resultado y la diferencia se estiró a 16: 47-31.
Ahí Peñarol se durmió un rato largo y fue peligroso, Espina se despachó con dos triples al hilo, el ‘Negro’ se desorganizó, tomó decisiones apresuradas a la hora de los lanzamientos y Atlético se le vino cuando Zanocco empezó a penetrar. Un triple de Escalada y otro de Schillage lo pusieron arriba al rojo por uno: 52-51, y el final se vislumbraba palo y palo. Un pedido de tiempo muerto de Rodríguez sirvió para recuperar la memoria, no entrar en la desesperación y en el sprint final, vía Mondino, Malvicci y Galante, llegaron los porotos para celebrar un triunfo indiscutido que lo posiciona a Peñarol entre los cuatro mejores del Clausura, y avisando que quiere más todavía.
Peñarol 68
Martín Mondino 13
Fernando Malvicci 16
Roy Luppi 7
Nicolás Galante 8
Fausto Villán 11
Emanuel Rubio 0
Gabriel Sánchez 9
Juan Cruz Hartman 4
Enzo Guzmán 0
Felipe Picinato 0
Joaquín Castelli 0
Mariano Camer 0
DT: Andrés Rodríguez
Atl. Elortondo 57
Gonzalo Escalada 3
Luciano Ravera 7
Luciano Schillage 23
Guido Espina 9
Omar Zanocco 10
Pedro Emilio 2
Francisco Pericich 0
Juan De la Vega 3
Alejo Catallini 0
Franco Bugnón 0
Emiliano Joya 0
Agustín Benetti 0
DT: Marcelo Pericich
Parciales por cuartos: 23-18, 39-31, 49-44, 68-57.
Arbitros: Fernando Sayago y Adrián Zuliani.
Gimnasio: ‘Víctor Rossi’ de Peñarol.
