Clínica para árbitros organizada por la Asociación Venadense

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Leandro G. Palomieri

Con la organización de la Asociación Venadense de Básquetbol, se realizó el jueves pasado una Clínica para árbitros y aspirantes en la sede del club Deportivo Atenas de la ciudad de Venado Tuerto, donde el árbitro rosarino Federico Boelaert explicó a los presentes las nuevas reglas FIBA que comenzaron a aplicarse en el torneo de Primera División que arrancó el fin de semana en nuestra región.

Un poco más de una decena de árbitros y aspirantes estuvieron presentes en el salón de Dante Alighieri y Tucumán. Federico Boelaert agradeció que “la Asociación Venadense nos haya invitado para dar esta Clínica y trabajar con el grupo de árbitros que va a trabajar este año en esta asociación, para ir poniéndonos a tono de los cambios y las nuevas reglas que se ponen en funcionamiento”.

El árbitro rosarino dijo que “el cambio que más impacta en el juego es la nueva regla de lanzamiento de 14 segundos, en la cual el equipo que lanza al cesto, si toma un rebote en ataque, tendrá 14 segundos para un nuevo ataque y no 24 como ocurría antes. Es la regla más importante, y después, disciplinariamente, podríamos decir que lo que ha cambiado es que ante una falta técnica, ahora solamente se tira un libre y reposición de pelota; y que cualquier jugador que cometa una segunda falta técnica quedará automáticamente fuera del juego”.

También, Boelaert, de 38 años y que habitualmente se desempeña en la Asociación Rosarina y en el Campeonato Argentino de Clubes, además de venir a la Venadense, consideró que “es muy bueno que se abra la Escuela de Arbitros en Venado Tuerto, que haya clínicas y charlas, porque entre todos estamos trabajando día a día para mejorar nuestra actividad. El grupo de árbitros de Venado Tuerto es serio y tiene muchas ganas de progresar, así que esperemos que todo funcione muy bien” y agregó que “es muy difícil” conseguir que se acerque gente con ganas de ser árbitro de básquetbol. “No es solo una cuestión que sucede en la zona de Venado, en Rosario también nos resulta difícil, es un trabajo que lleva tiempo, que necesita dedicación y hoy en día parece que los chicos no están tan emocionados a la hora de colgarse un silbato”.

Boelaert aseveró que un árbitro de básquetbol tiene buena salida laboral y que “uno puede hacerse de una profesión desde una edad joven, porque en las escuelas de árbitros, al menos en Rosario, comenzamos a trabajar con chicos de 15 o 16 años que arbitran partidos de Pre Mini y Mini; a los 18 o 19 años, aquellos que no pueden dar el salto de jugar en Primera División, pueden dedicarse al arbitraje y obtener un buen ingreso. Yo empecé como árbitro de básquetbol para poder pagarme las salidas, y después le fui tomando el gusto a la profesión y poder desarrollarlo casi a nivel profesional”.

 

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